Informe Misionero del Frente de Batalla

Del Púlpito hasta las líneas delanteras

“Querido Señor,” estuve orando. “Por diéz años ya he estado predicando constantemente en paises alrededor del mundo, despertando tu pueblo y animándolos a trabajar por tí. Tú me haz utilizado misericordiosamente para llevar a cabo mucha obra y me haz dado cientos de voluntarios que trabajan a mi lado. Pero anhelo enfocarme de nuevo en el trabajo al frente de la batalla en Sudamérica, el continente donde yo me crié. Hay tantas personas que viven en la selva, en las montañas y en las ciudades pero que nunca han escuchado. Estos deseo alcanzar. Si es tu voluntad, por favor dame las hermanientas y los recursos para llevar a cabo esta obra.” Su promesa rápidamente resonó en mi mente y supe que Dios me había escuchado, “…el que tiene misericordia se apiadará de ti; en oyendo la voz de tu clamor te responderá.” Isaías 30:19

Bíblias para el Altiplano

La Tía Becky me abrió su corazón hace unas semanas en Bolvia, “David, mientras te vaz al Perú para abrir nuevos proyectos allí, yo quisiera visitar algunos pueblos aislados en el Altiplano de los Andes. Tú sabes que yo me crié allí y mi corazón a veces se me parte por ellos.” Cuando ella se dió la vuelta vi que tenía una cara triste. “El problema es que cuando voy, la gente me ruegan por bíblias y literatura, pero no tengo nada para darles.” Unas lágrimas corrían por sus mejillas. Unas horas mas tarde estuve conversando con Tim, el contador de Gospel Ministries International en los Estados Unidos. Me comentó que había recibido $2000 donados para un proyecto llamado “Bíblias para Bolivia.” Me dijo que no tenía ningún proyecto con ese nombre. Inmediatamente reconocí que era la respuesta que Dios había dado a mi esposa. Al donante decimos gracias de corazón por haber sido utilizado por Dios en una manera tan directa. El viaje de la Tía Becky al Altiplano fué un éxito total, pero tuvo que reducir el número de pueblos visitados siendo que se le acabaron las bíblias y las historias de niños porque todas las familias le rogaban por una copia. Ella de nuevo está ya planeando otro viaje en junio y sabemos que sin duda Dios proveerá más bíblias para ese viaje tambien.

Las Puertas se abren en el Perú

Habiendo trabajado diéz años en el Perú en el pasado, cuatro como piloto y seis en las oficinas de la Unión Incaica, yo llegué a conocer al país muy bien. Hace venticinco años atrás yo había soñado en colocar un hidroavión con lancha médica en la zona norte del Perú en el Río Amazonas. La verdad es que yo había encontrado los fondos y había comprado el avión en aquel entonces, pero se me aconsejó que no era el momento adecuado para iniciar el programa así que tuvimos que vender la aeronave. Pero ahora, con un programa de aviación médica muy maduro en Bolivia y con otros en proceso de abrir en Colombia y en Brasil, el momento aparentemente había llegado. Y realmente así llegó a ser. Mi primera cita en el Perú era con la administración de la Unión, seguido por citas con varios ministerios del gobierno. Todos reconocieron la gran necesidad y se dió nacimiento a un nuevo ministerio de aviación médica. La primera avioneta asignada para el Perú es una Mooney, lo que nos permitirá transportar personas y materiales económica y rápidamente por la selva a los lugares principales. En este momento la avioneta esta siendo preparada en los EE.UU. para su viaje hacia el Sur. Todavía se necesita una Cessna 206 con pontones, lo que esperamos que el Señor nos provea muy pronto. La tercera avioneta será una Cessna Turbo 182, la cual necesitamos para servir a la poblaciones lejanas regado por todo el Altiplano, igual como la que tenemos en Bolivia. Sabemos que Dios nos enviará pilotos y mecánicos voluntarios, también como personal para la lancha médica, que puedan llevar a cabo esta gran obra en forma permanente. Realmente ya estamos viendo la mano de Dios, el cual está inspirando varias personas a ofrecer sus servicios como misioneros. Estoy tan entusiasmado por las puertas abiertas en el Perú. Desde que empezé a reducir el número de citas en el extrajero, me encuentro con más tiempo para personalmente dirigir el desarrollo de estos nuevos proyectos. Por eso doy gracias a nuestro cariñoso Salvador.

Un avión para cruzar los Andes

Cuando le solicité al Señor las hermamientas para viajar libremente por Sudamérica, le hice recuerdo que desde los 21 años yo he cruzando los Andes, pero siempre con aviones no turbo-cargados. Este hecho me había restringido a cruzar en Colombia, donde los Andes tenían algunos lugares lo suficientemente bajos como para permitirlo, pero sólo apenas. Hace unos meses, mientras volaba el Twin Comanche hacia Bolivia estuve orando. “Señor, tú sabes que los años pasan, me es más dificil viajar 12-16 horas al día desde los Estados Unidos hasta Bolivia. Sin embargo, tengo más trabajo que nunca. Yo aceptaré cualquier solución que me des. Pero quisiera solicitarte lo siguiente. Necesito un avión de mayor velocidad; un avión capaz de llevar más carga, con cabina presurizada y con un sistema de anti-hielo para las alas… ah si Señor, también con un pequeño baño para mi esposa y otras mujeres que estén realizando estos viajes tan largos con nosotros. En resumen, necesito hacer más trabajo con menos tiempo y esfuerzo. Sin embargo, si tu voluntad es que me quede con la Twin Comanche hasta que tú llegues, estoy dispuesto aceptarlo y utilizaré lo que me proveas.” Menos de una semana después, un médico me envió un correo electronico preguntando si nuestra institución estaría interesada en recibir la donación de un avión Cessna 340A. Yo nunca había volado ese modelo, así que hice una investigación y lo discutí con algunos de nuestros pilotos experimentados. Todos estuvimos de acuerdo que ese avión era realmente lo que necesitábamos. Con mucho entusiasmo informé al donante que aceptaríamos la donación con mucho agradecimiento. Al recibir la información técnica, observé que los motores estaban ya casi gastados y que se necesitaría cambiar algunas radios y colocarle tanques de larga distancia. Decidí no preocuparme de esto sino dejarlo en manos de Dios. Si El podría darnos la avioneta, El también podría resolver el problema de los motores, radios y tanques. Días después, recibí otro correo del donante diciendo, “David, yo quisiera también donarte los fondos para dos motores nuevos, mejoras de radios y los tanques de larga distancia. Por favor haz los arreglos inmediatamente y dejame saber el costo.” Ya, varios meses después, todas las instalación están por terminarse y tengo planes para recoger el nuevo avión dentro de una semana. Gracias, gracias Padre Celestial por la provision de los equipos y por las puertas abiertas que nos permiten acelerar el desarrollo de la obra por todo el continente de Sudamérica. Por favor envíanos también más obreros porque la cosecha esta ya madura. Desde las líneas delanteras de la batalla, Tío David

“Exhortad al pueblo a que luche con fervor ante al trono de Dios, en fe y ruegos, para que nuestros adversarios, vencidos por el Espíritu de Dios, se vean obligados a ser pacíficos. Nuestra más ingente necesidad, la primera cosa que debemos hacer, es orar; haced saber al pueblo que en esta hora él mismo se halla expuesto al filo de la espada y a la ira del diablo; haced que ore.” El Conflicto de los Siglos, p. 223